miércoles, agosto 19, 2009

Historias de Cimerio. Mujeres... (IV)


- Pues nada tío, estuvimos hablando por teléfono y quedamos. Como en los buenos tiempos, pasé a recogerla en coche sobre las 7 de la tarde creo. Fui para su casa, y aparqué en doble fila. A los 5 minutos me baja ("ella" iba hablando por el móvil, primera cosa rara, ya que "ella" casi nunca usaba el móvil). No oía la conversación porque tenía puesto el disco de Calexico que me pasaste, puesto en el coche, y por supuesto, no lo iba a quitar.. "Hola Cimerio, qué tal". "Muy bien, y tú que tal.. " "Vaya, cuanto tiempo, tu coche siempre igual de limpio, jeje"
- Joer Cimerio, buena forma original que tuvo de romper el hielo.
- Pues si Jose Angel, eso pensé yo. Nada que arrancamos y nos fuimos a tomar una birra a un bar. Ya sabes que eso del café es una frase hecha. Yo quedo para tomar birras..
- Ya me extrañaba a mí eso del café.. No es propio de ti.
- Bueno tio, para resumirte, estuvimos hablando un poco de nuestras vidas, de nuestros trabajos, preguntándonos por la familia, hablando de nuestros viajes..., vamos, de lo que suele hablar uno con un amigo o amiga que llevas mucho tiempo sin ver.
- ¿Hubo algún momento "raro" en la conversación Cimerio?
- Los momentos raros fueron después en su casa, pero vamos, en la conversación de la tarde sólo hubo... [Jose Angel agarra a Cimerio por el brazo de forma violenta]
- ¿Cómo? ¿Acabásteis en su casa?
- Tio, relájate, vamos por partes joder..
- Vale vale.. venga cuenta mamón.
- Durante la conversación de la tarde la ví, no sé, rara. Quiero decir, me contaba sus cosas y por lo que me decía, su vida seguía siendo más o menos lo mismo, mientras yo no paraba de contarle mis experiencias, mis nuevas amistades, mi grupo de música, los viajes, conciertos, etc.. Cómo la vi un poco rara le dije: "Oye te puedo hacer una pregunta" "Sí claro, dime".. "Si quieres no me contestes, pero... ¿eres feliz?"
- Achoo..
- Jose Angel se puso blanca tío, y va y me contesta.. "Pero cómo me haces esa pregunta"... "Si te ha molestado perdona.." "No, no me ha molestado, pero vaya pregunta, nunca me lo habían preguntado de una forma tan directa y seria como tú ahora mismo"
- ¿Y qué te contestó?
- Pues nada macho, no dijo nada. Hubo un gran silencio (de esos silencios que duran pocos segundos pero que son una eternidad para las personas que los tienen en ciertos momentos de ciertas conversaciones), y me dijo algo así, como, "bueno, no sé, supongo...".
- A buen entendedor pocas palabras Cimerio..
- En fin, que seguimos hablando y tal, y cómo estábamos a gusto, nos fuimos a cenar. Me resultó curiosa la cena, y me refiero literalmente, porque en tantos años que estuve con "ella", nunca la vi comer tanto. De ahí esos quilos de más que tiene, pensé..
- Jajaja... Pero bueno, todavía no me has contado como te sentías Cimerio.
- Paciencia tio. Pues nada, seguimos con las conversaciones normales durante la cena, y después nos fuimos a un bareto a tomar algo. La verdad que todo bastante bien, un ambiente relajado entre los dos, las tensiones del principio iban desapareciendo poco a poco, hasta que salió la conversación tonta de un disco que "ella" tenía desde hacía tiempo que le prestó un amigo en común, amigo que se pasó al "lado oscuro", es decir, desapareció de su vida al separarse "ella" de mí, y le dije medio en broma que ya le valía, que tenía que devolverle el disco. Total que va y me dice "luego te lo doy para que se lo devuelvas tú que sigues en contacto con él".
- Humm..
- Jose Angel cuando me quise dar cuenta eran las 3 de la madrugada, nos cerraron el bar, y me dispuse a llevarla de nuevo a su casa. "Vale, te espero aquí, bájame el disco.." "Pero cómo, ¿no vas a subir? Sube hombre y te lo doy y nos fumamos ese porrico que te debo". "Esto... Vale. Espera que aparco".
- Uf, Cimerio, Cimerio...
- Y nada Jose Angel, a partir de aquí fue cuando la cosa se volvió rara rara. Paso a describirte la situación nada más entrar a la casa que desde hacía dos años no pisaba, y de la que tantos buenos y malos recuerdos, alegrías y disgustos, sus paredes pintadas de color violeta fueron testigo silencioso en el pasado.




La Delgada Línea Roja


7 Comments:

Blogger Unknown said...

¡En menudos lios se mete el amigo!
Uffffff
Estaré pendiente de la V parte, y... ya me gustaría saber lo que se le está pasando a "ella" por la cabeza. ¡Vaya dos!

10:43 p. m.  
Blogger Jose Angel said...

Prometo no tardar mucho en la V parte. Palabra. A ver si la semana que viene...

11:29 p. m.  
Blogger Unknown said...

No te preocupes, que sé esperar pacientemente las sorpresas...
Ma piano, piano imparerò!

11:45 p. m.  
Blogger Monique LaMer said...

He estado meditando qué decirle a Cimerio y aún no sé si darle una palmadita en la espalda o un capón....pero como es mayorcito, creo que será mejor que acabe de contar la historia y entonces sabré mejor a qué atenerme....eso sí, no nos tengas tan en ascuas que esto es un sinvivir...;)

12:05 p. m.  
Blogger Ismael said...

¡Adelanta, adelanta que esto ya lo conocemos!

2:39 p. m.  
Blogger Jose Angel said...

¿Pero como lo vas a conocer, si ni siquiera conoces a Cimerio? Anda que..

8:59 p. m.  
Blogger Ismael said...

Joer que no, de la tercera edad de Hiboria. No te jode

3:36 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home