Cosas de la vida. La, ¿amistad?.
Hace unos meses me di cuenta, de nuevo, de la facilidad con que la gente puede entrar y salir de tu vida. Reconozco que mi ahora antiguo amigo habrá tenido sus razones, aunque seguro algo debo haber hecho mal. Pero, ¿en qué se supone se ha convertido la amistad si no explicas tus razones para no considerar digno de ella a tu amigo de muchos años?. Supongo que la respuesta es sencilla: realmente esa persona nunca fue tu verdadero amigo. Ahora tengo reciente este tema, pero es algo que me ha pasado ya en una ocasión. Misma estructura, misma situación, misma consecuencia, ignorado desencadenante.
Los tíos no necesitamos demostrarnos a cada momento que somos amigos. Podemos pasar sin vernos o hablarnos meses y meses y después tratarnos como si el día anterior hubiera sido la última vez que nos vimos, por eso me sorprende esta actitud, sobre todo en amigos.
Las chicas, que no se ofendan. Ellas tienen otros valores distintos a los nuestros en lo referente a la amistad. No mejores ni peores, distintos. Ellas necesitan demostrarse la amistad más que nosotros.
Mi ahora antiguo amigo me ha dejado de hablar y me ignora. Eso es superable, por supuesto. Pero lo peor de esto, es que la amistad se ha ido al garete por circunstancias que desconozco, aunque adivino. Sencilla y llanamente, no estoy a la altura.
Un muy buen amigo mío dijo recientemente que mientras a unos les crece la barriga conforme pasan los años, a otros les crece el ego. El ego es bueno, y quizás, conforme la vida nos moldea y nuestro ego discrimina quien vale y quien no, decide directamente por nosotros que ciertas personas no son dignas de nuestra amistad, y vete tú a saber las razones. ¿La vida me va mejor que a él? Pues no lo sé. Algunos hemos tenido más suerte que otros, por supuesto, y también algunos hemos luchado por conseguir lo que queríamos desde un principio, más que otros. Algunos se van a otros países a buscar lo que no encuentran aquí, algunos no tienen miedo de afrontar sus temores o de intentar aprender de sus errores, y de reconocerlos primero. Y otros, directamente, se esconden detrás de su ego para sencilla y llanamente, sentirse mejor con sus frustraciones, sus temores y sus fracasos. Y lo peor es que no se dan cuenta que sus amigos estábamos ahí para apoyarlos y para entenderlos, y es una pena que hayan tomado esa decisión, que no aprovechen ese apoyo que tu amigo te ofrecería incondicionalmente (como en muchas otras ocasiones). Y ni siquiera tienen el decoro de avisarte para poder tener el derecho a la réplica, de poder defenderte o si procediera, disculparte. En definitiva, oportunidad para hablar las cosas.
Por lo menos a mí me da pena. Pero bueno ¿y qué le vamos a hacer?.
posted by Jose Angel at 8:08 p. m.
6 Comments:
El ego, super ego y el yo, nos ciegan y hunden profundamente en nuestra miseria...privandonos de dar la oportunidad a las personas que nos rodean..nos permitimos el lujo de que nos muestre solo lo que nos interesa y egoistamente actuamos..pensando en lo que quizá queremos en este momento, no en lo que hubo o vendra, dejamos a un lado lo positivo y fervosamente nos agarramos a lo negativo..¿metodo de defensa? No que va..se llama egoismo y con el tiempo ese sera nuestro único amigo...así que quien no quiera estar a nuestro lado,no en lo bueno si no en lo malo y tu sabes que has hecho lo posible por no perderlo..no pienses un segundo más, ni malgastes tu tiempo..que es oro y la vida va en ello y quien te quiera por como y quien eres..apartara su orgullo por no perderte...
OH!! Días sin abrir el blog y qué me encuentro?? Una entrada nueva!!
Aunque siento que lo que te haya llevado a escribir haya sido una desilusión, no puedo evitar alegrarme de leerte de nuevo....
Como tú, yo también he pasado por el trance del que hablas, como espectadora y como protagonista....en lo que se refiere a mí personalmente, al principio, como tú, no comprendí el despego, y traté de que no se produjera ("por mí que no quede", piensas) pero después te das cuenta de que la amistad no debe constituir un esfuerzo: cultivar una amistad es un placer...aunque os veáis poco, aunque casi no os llaméis, aunque no viváis en la misma ciudad o país, nunca ha de costar trabajo...pero no cabe duda de que ambas personas deben poner de su parte, y si el amigo no quiere...quizá cada uno debe seguir su propio camino.
Te mando un beso y un abrazo...sé que no debería enviártelos desde aquí, pero da igual. La ocasión lo merece.
Mónica qué alegría me da ver que de vez en cuando le echas un vistacico a mi blog, siento mucho no haberlo actualizado en tanto tiempo. Esta entrada me salió de forma espontánea, estaba una tarde planteándome esta situación de la que hablo y me dije "venga, la voy a escribir en el blog". Es una pena que el egoismo sea nuestra única defensa. Uno nunca sabe si ha hecho lo suficiente por no perder a una persona, pero cuando no aceptas a tus amigos tal y como son, ni te alegras de sus alegrías ni compartes sus desgracias, y te dedicas solamente a humillar para tú sentirte mejor y después a ignorar, solo queda sentir pena, aflicción y luego el método de defensa que comentas: "pues nada, él sabrá. A tomar por saco". Un abrazo hermosa te echamos de menos.
Anónimo, muchas gracias por tu reflexión, veo que sabes de lo que hablo, es una pena que el egoísmo tenga que ser nuestro amigo, pero como decía Mónica, la amistad no debe suponer un esfuerzo. Qué pena lo del ego, como dices,pero en fin.
Gracias por comentar.
Estupendo artículo, y decir que mañana vuelve a amanener, que hay muchas cosas, por hacer, mucha gente válida por conocer y que desde luego nadie es digno de hacernos sufrir o arruinar nuestra vida; sólo tenemos una y no es muy larga.
Mucho ánimo, pon optimismo y verás como en breve volverás a sonreir.
Un saludo cordial.
Muchas gracias Oscar, aunque esto no me ha hecho perder la sonrisa, simplemente cuando pienso en ello pues me entristece. Al no haber sido una elección mía, soy muy consciente que poco o nada puedo hacer. Pero vamos, que yo duermo bien por las noches. Este post es simplemente un modo de transmitir los fácil que puede entrar y salir la gente de la vida de uno y que yo, a veces, no comprendo las razones de ello. Gracias por escribir y un cordial saludo.
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