miércoles, agosto 26, 2009

Historias de Cimerio. Mujeres... (V)



-"Pasa pasa..." "Gracias". "¿Quieres algo de beber?" "Vale, ¿Sigues teniendo ese JB Reserva de 12 años"? "Claro, la empezaste tú y ahí sigue" "Ok, yo me sirvo".
- Macho Cimerio, me recuerda la escena esa de Pulp Fiction cuando llega el Vincent Vega a casa de Marcelus Wallas a recoger a su mujer, jejeje..
- Jajaja, si si, es cierto. Pues nada tio, me pongo el wiskazo, y veo que "ella" se mete en la habitación, cierra la puerta y me sale "to cómoda", con una especie de pijamica. Yo que me siento en el sofá y me pongo a observar esas paredes que tanto tiempo me costó reformar y pintar tiempo ha, en fin... 'Para que a lo mejor ahora las disfrute otro', pensé de repente con maldad...
- Qué cabrón jeje... Bueno bueno, vamos al tema Cimerio, déjate de pallasadas y cuenta ya de una puñetera vez.
-Bueno Jose, te lo intento resumir. Pues "ella" va y pone su musica , enciende una barrita de incienso, y seguimos hablando de cosas variadas, de música, de nuestras familias, etc, y de repente "ella" se me pone al lado mía del sofá, así como recostada... con las piernas subidas entre los cojines y tal, no se si me explico..
- Ya...
- Es decir, la vi mas relajada que nunca, y el que empezaba a ponerse nervioso era yo. Y bueno, empezaron a pasárseme por la cabeza varias cosas, (igual que lo estarás haciendo tú), sobre como por ejemplo qué pasaría si me abalanzara sobre ella en ese momento, y empecé a pensar si lo hacía o no.
- Ufff...
- Pero en ese momento seguí pensando varias cosas; en primer lugar pensé que aunque alguien pudiera pensar que esa aptitud y "pose" de "ella" era porque quizás se me estaba insinuando, yo a "ella" la conozco, y tenía serias dudas de que así fuese. "Ella" cuando está "cómoda" se relaja mental y físicamante, pero eso no significa en principio nada, no se si me explico. En segundo lugar pensé, "vamos a ver, supongamos que me abalanzo sobre ella, y que nos enrollamos, ¿qué ganaría"? En ese momento mi cabeza no paraba de darle vueltas al tema, incluso dejé de escucharla, y de repente me vino a la cabeza algo parecido como a una "visión", es decir, creo que, en el fondo, lo que pensé, es que ni me apetecía siquiera intentarlo.
- ¿Cómorrr?
- Pues eso, la estaba viendo y aunque el cariño y los recuerdos salieron en algún momento, no me sentí como "motivado", quiero decir, si de verdad hubiera pensando que me seguía gustando, o que seguía enamorado de "ella", o esas cosas, posiblemente hubiera aprovechado la ocasión, pero NO SENTIA. Además, tenía la probabilidad suficiente de que "ella" a lo mejor se echara para atrás, y como que no... Es decir, la vi como a una amiga, creo... El caso es que me sentí, como fortalecido, no sé... Como que necesitaba pasar por ese momento para que, por fin, me diese cuenta de que, aparte de un gran cariño, no sentía por "ella" nada fuera de lo común que se puede sentir por una ex que ahora es tu amiga.
- Joer Cimerio.
- Pero como llevaba unas copas ya encima, nos estábamos fumando el cigarro de la risa, y la cosa estaba muy íntima, antes de que pudiera cambiar de opinión, cogí el disco, me levanté, le di dos besos en la mejilla, y me fui. Y eso fue todo.
- Qué grande... pero no sé, me falta algo Cimerio.
- Yo creo que a mí ya no, Jose Angel.



miércoles, agosto 19, 2009

Historias de Cimerio. Mujeres... (IV)


- Pues nada tío, estuvimos hablando por teléfono y quedamos. Como en los buenos tiempos, pasé a recogerla en coche sobre las 7 de la tarde creo. Fui para su casa, y aparqué en doble fila. A los 5 minutos me baja ("ella" iba hablando por el móvil, primera cosa rara, ya que "ella" casi nunca usaba el móvil). No oía la conversación porque tenía puesto el disco de Calexico que me pasaste, puesto en el coche, y por supuesto, no lo iba a quitar.. "Hola Cimerio, qué tal". "Muy bien, y tú que tal.. " "Vaya, cuanto tiempo, tu coche siempre igual de limpio, jeje"
- Joer Cimerio, buena forma original que tuvo de romper el hielo.
- Pues si Jose Angel, eso pensé yo. Nada que arrancamos y nos fuimos a tomar una birra a un bar. Ya sabes que eso del café es una frase hecha. Yo quedo para tomar birras..
- Ya me extrañaba a mí eso del café.. No es propio de ti.
- Bueno tio, para resumirte, estuvimos hablando un poco de nuestras vidas, de nuestros trabajos, preguntándonos por la familia, hablando de nuestros viajes..., vamos, de lo que suele hablar uno con un amigo o amiga que llevas mucho tiempo sin ver.
- ¿Hubo algún momento "raro" en la conversación Cimerio?
- Los momentos raros fueron después en su casa, pero vamos, en la conversación de la tarde sólo hubo... [Jose Angel agarra a Cimerio por el brazo de forma violenta]
- ¿Cómo? ¿Acabásteis en su casa?
- Tio, relájate, vamos por partes joder..
- Vale vale.. venga cuenta mamón.
- Durante la conversación de la tarde la ví, no sé, rara. Quiero decir, me contaba sus cosas y por lo que me decía, su vida seguía siendo más o menos lo mismo, mientras yo no paraba de contarle mis experiencias, mis nuevas amistades, mi grupo de música, los viajes, conciertos, etc.. Cómo la vi un poco rara le dije: "Oye te puedo hacer una pregunta" "Sí claro, dime".. "Si quieres no me contestes, pero... ¿eres feliz?"
- Achoo..
- Jose Angel se puso blanca tío, y va y me contesta.. "Pero cómo me haces esa pregunta"... "Si te ha molestado perdona.." "No, no me ha molestado, pero vaya pregunta, nunca me lo habían preguntado de una forma tan directa y seria como tú ahora mismo"
- ¿Y qué te contestó?
- Pues nada macho, no dijo nada. Hubo un gran silencio (de esos silencios que duran pocos segundos pero que son una eternidad para las personas que los tienen en ciertos momentos de ciertas conversaciones), y me dijo algo así, como, "bueno, no sé, supongo...".
- A buen entendedor pocas palabras Cimerio..
- En fin, que seguimos hablando y tal, y cómo estábamos a gusto, nos fuimos a cenar. Me resultó curiosa la cena, y me refiero literalmente, porque en tantos años que estuve con "ella", nunca la vi comer tanto. De ahí esos quilos de más que tiene, pensé..
- Jajaja... Pero bueno, todavía no me has contado como te sentías Cimerio.
- Paciencia tio. Pues nada, seguimos con las conversaciones normales durante la cena, y después nos fuimos a un bareto a tomar algo. La verdad que todo bastante bien, un ambiente relajado entre los dos, las tensiones del principio iban desapareciendo poco a poco, hasta que salió la conversación tonta de un disco que "ella" tenía desde hacía tiempo que le prestó un amigo en común, amigo que se pasó al "lado oscuro", es decir, desapareció de su vida al separarse "ella" de mí, y le dije medio en broma que ya le valía, que tenía que devolverle el disco. Total que va y me dice "luego te lo doy para que se lo devuelvas tú que sigues en contacto con él".
- Humm..
- Jose Angel cuando me quise dar cuenta eran las 3 de la madrugada, nos cerraron el bar, y me dispuse a llevarla de nuevo a su casa. "Vale, te espero aquí, bájame el disco.." "Pero cómo, ¿no vas a subir? Sube hombre y te lo doy y nos fumamos ese porrico que te debo". "Esto... Vale. Espera que aparco".
- Uf, Cimerio, Cimerio...
- Y nada Jose Angel, a partir de aquí fue cuando la cosa se volvió rara rara. Paso a describirte la situación nada más entrar a la casa que desde hacía dos años no pisaba, y de la que tantos buenos y malos recuerdos, alegrías y disgustos, sus paredes pintadas de color violeta fueron testigo silencioso en el pasado.




La Delgada Línea Roja